Periodismo para elevar las voces de quienes sufren

En la era de la desinformación, las fake news, la posverdad y el fanatismo, el periodismo cobra aún mayor relevancia ya que se convierte en el vehículo de historias silenciadas por gobiernos, dirigentes, o empresarios a lo que no les interesa que salgan a la luz las realidades a las que se enfrenta la sociedad. 

Hind Hassan y Marcela Turati conversan sobre la importancia del periodismo y la defensa del trabajo de los periodistas que en muchas ocasiones va más allá de reportar una noticia. Los periodistas en zonas de conflicto sacan a la luz las voces reprimidas de ciudadanos que viven sumidos en el horror de una guerra o un conflicto silencioso como es el caso de México. No todas las guerras se desarrollan como conflictos armados a plena luz del día como está ocurriendo en Ucrania o en la Franja de Gaza, en México la violencia es palpable en cada estrato de la sociedad donde los periodistas se encuentran en continuo riesgo de pasar a engrosar las listas de más de 160 periodistas muertos y más de 30 desaparecidos. 

Sumidos en la violencia, periodistas extranjeros como Hassan, arriesgan su vida para apoyar a los periodistas locales que son continuamente silenciados de una u otra manera por gobiernos o instituciones, siendo condenados como terroristas que van en contra de la ideología en el poder. Mientras que la labor de los periodistas locales se ve reprimida por la corrupción del sistema, la prensa extranjera tiene los medios para entrar en países en conflicto y denunciar a través de artículos o documentales, el sufrimiento de civiles que de otra manera no tendrían voz. Sin embargo, los discursos oficiales invalidan continuamente la realidad, cancelan la labor de los periodistas y niegan la existencia de violencia o conflicto alguno. En este contexto, el periodismo existe para confrontar los mecanismos institucionales que sostienen que la versión oficial es que no ha ocurrido nada, y como medio para informar, ayudar y apoyar a los ciudadanos para que puedan tomar parte y exigir algún tipo de reacción. 

El periodismo no es sólo un medio para contar historias, es una manera de elevar las voces de personas que están pasando por lo indescriptible y que de otra manera no tienen una plataforma para dejar constancia de lo que viven. Los periodistas se convierten de esta manera en activistas. Se protegen entre sí y crean redes de apoyo cuando las agencias internacionales fallan. Como apunta Turati, el periodismo aporta pruebas para que en un futuro, si existe justicia, se haga, y debemos luchar por un periodismo crítico e independiente.