Mi madre muerta es un ritual y una despedida. Un diálogo entre generaciones. Una meditación sobre la salida del vientre, el vínculo que viene desde el cordón umbilical y la conexión que se pierde en el ocaso de la vida. Tiene que ver con cómo la artista plástica Anna Jonsson y su hija Greta García Jonsson entienden la tragedia, a menudo atravesada por el sarcasmo, y el humor negro. Greta García baila en escena con una gran muñeca de trapo, escultura elaborada por su madre, Anna Jonsson. Una obra sobre el inevitable final que nos espera y la gran preparación para ello, pero también sobre las posibilidades de transformación del dolor en arte.
Duración: 1 hora