Entendiendo los Estados Unidos de Trump

En el Teatro de la Ciudad conversaron los escritores estadounidenses Sara Churchwell y Ben Rhodes, con la periodista mexicana Olivia Zerón, sobre el estado de cosas actual en los Estados Unidos de Donald Trump. A pesar de que es sumamente complicado decir algo original o nuevo sobre el fenómeno Trump, ambos ofrecieron puntos de vista agudos, que trascienden (sin obviar) el habitual mecanismo de repudiar a Trump por sus abominaciones, enfocándose también en aspectos más sutiles y complejos de las razones que podrían servir para explicarlo.

Refiriéndose al tema del supremacismo blanco, Churchwell comentó que no considera que sea uno de los temas prioritarios para Trump, aunque no por ello no se siente cómodo con dicha postura. Más bien, ahondó, opera como lo que en Estados Unidos se llama “silbato de perro”, para referirse a los términos políticos que pasan inadvertidos para mucha gente, pero que son una especie de señales encubiertas para otro tipo de públicos. En ese sentido, el ya famoso “America First” es un guiño a una corriente bastante añeja que considera que los “verdaderos” estadounidenses son los blancos, protestantes, y que todos los demás son una especie de ciudadanos de segunda, que por naturaleza no deberían contar igual. Así que un eslogan que parecería enfocado a la política exterior principalmente es, en su opinión, también (o incluso quizá principalmente) un guiño precisamente a esa corriente de supremacismo blanco, que comprende el mensaje y lo actúa en consecuencia (recordemos la reciente matanza de El Paso), sin necesidad de que Trump cometiera un suicidio político si acaso se le ocurriera defender abiertamente estos ideales (lo cual no obsta para que haya cometido errores garrafales que denotan su postura al respecto).

Por su parte, el ex asesor de Barack Obama, Ben Rhodes, respondió con franqueza ante la pregunta de por qué como gobierno en funciones no previeron el triunfo de Trump, aseverando que sin que fuera disculpa, en realidad ni siquiera el propio equipo de Trump pensaba que iban a ganar. Como prueba de lo anterior, mencionó que en la primera reunión entre equipos de transición, llevada a cabo al día siguiente de su triunfo electoral, cuando les pidieron el habitual plan para coordinar la transición, el equipo trumpiano les confesó que no tenían ninguno, pues nadie pensó que fueran a triunfar, ni siquiera el propio Trump. Asimismo, Rhodes explicó que, en su opinión, la razón por la cual las encuestas se equivocaron estrepitosamente en predecir el triunfo de Trump fue por un lado que por razones obvias a mucha gente le daba vergüenza admitir que votaría por él, y sin embargo lo hicieron (contó que en una reciente reunión con prominentes empresarios, absolutamente todos ellos habían votado por Trump). Adicionalmente, el hecho de que Trump diera voz a ideas relacionadas nuevamente con el supremacismo blanco y con el ancestral racismo estadounidense, hizo que un importante número de votantes que regularmente se abstienen decidieran participar, pues al fin un político se atrevía a decir en alto lo que todos ellos pensaban.

Remató diciendo que Estados Unidos es un país extraño pues, como muestra, cuenta con un documento fundacional que establece que “Todos los hombres son creados iguales”, y a pesar de ello la esclavitud fue legal durante casi un siglo más.