Leer junto a Manuel Vilas es confrontarlo con su literatura y su vida

Acerca de su conmovedora novela, Manuel Vilas dice: “Todo es verdad”. El libro lleva la marca de una catarsis. Vilas, como todo ser humano, necesita sentirse parte de algo. Su madre ha muerto, se está divorciando, sus hijos poco lo ven y ha dejado de beber. Entonces se va en busca de sí mismo, a través de la relación con sus padres y familiares cercanos.

La mayoría de nosotros puede rastrear su genealogía hasta los abuelos, y de ahí para atrás estamos ciegos. Los lectores de Ordesa que asistieron al Club de lectura en la Casa Hay Festival - SURA –una casa colonial exquisita, con patio abierto al cielo cartagenero– quieren saber quién es, en realidad, Manuel Vilas, el narrador de esta novela autobiográfica. En Ordesa se iluminan muchas partes de la existencia, pero no queda certeza alguna sobre la vida, que no se puede atrapar. “El tema fundamental del libro es que yo quiero mucho a mi padre y a mi madre, pero yo no veía ese amor mientras ocurría y ahora mis hijos experimentan lo mismo y no lo saben.”

–Manuel, después de leer el libro no sabemos en verdad quién es usted, porque así lo ha dicho: una cosa es lo que se pone en el papel y otra lo que se vive, y juntas fundan una mentira.

–Sí. El deber de un escritor es representar la complejidad de la vida. Yo soy un escritor dedicado a representar los 50.000 grises que tiene la vida.

Se levanta otra voz:

–Manuel –le pregunta ahora al narrador del libro, no a Manuel Vilas–: sobre su divorcio queda colgando una nube de incertidumbre, ¿por qué no quedó retratado el tema en más profundidad?

–Pues la escritura autobiográfica requiere que uno se pregunte qué autoridad tienes para representar las vidas de los que están vivos. En cualquier juicio hay dos partes y un derecho a réplica, así que a menos que solo vayas a hablar del amor, hay que respetar mucho.

Ordesa es de esos libros raros, con una noción diferente del drama. Para Vilas es raro también, pues no habla tanto de sí mismo, de su identidad exaltada y de su enamoramiento dentro del capitalismo, a pesar, o en contra de él, sino de los ires y venires de su hogar, su verdadera patria.