Nosotras las otras: la literatura desde lo femenino

El lunes 29 de enero, la escritora argentina Samanta Schweblin fue entrevistada por Sara Malagón Llano, editora de Arcadia, en el Centro de Eventos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Schweblin recordó sus inicios en la literatura, en los que dos de sus abuelos jugaron un papel determinante: uno, artista gráfico y grabador de renombre, le enseñó el arte de subvertir órdenes y seguridades cotidianas robando pequeños objetos o viajando en tren sin pagar el pasaje. Eso, para entrenarla en lo que llamaba la “supervivencia del artista”. Con él, desde los siete años, llevaba un diario en el que registraban lo vivido cada día y transcribían poemas de Alfonsina Storni y Gabriela Mistral. Por su parte, su abuela envió, sin consultarle, sus cuentos y poemas a un concurso en el que resultó, avergonzada, recibiendo los tres premios de cada categoría.

Schweblin también narró una particular experiencia a sus doce años, cuando, arrollada por su timidez, decidió no volver a hablar, convencida de que era imposible decir lo que realmente pensaba; y fue la literatura el arma que escogió para tratar de hacerse entender. Esa anécdota vital marcó sin duda su estilo literario, en el que la economía de palabras potencia su exploración de lo extraño y ominoso, lo perverso y los prejuicios que califican en diversos grados las relaciones humanas y que nacen en el entorno familiar.

Schweblin ha publicado hasta el momento tres libros de cuentos: El núcleo del disturbio, Pájaros en la boca y Siete casas vacías; y una novela, Distancia de rescate.