El periodismo en el frente de batalla

Anya Schiffrin y María Teresa Ronderos, dos expertas en periodismo investigativo y transfronterizo, comparten con el público algunas realidades actuales del periodismo. Por ejemplo, la manera en que los gobiernos está fallando cuando tratan de ocultar información y lo que pueden hacer los medios para salvar su credibilidad en la era de las noticias falsas y las no-noticias.

El punto de partida pareciera ser que la credibilidad en los grandes medios de comunicación se ha reducido mucho. Pero María Teresa Ronderos ofrece una perspectiva distinta. “Si mides la confianza de la manera tradicional, preguntando a las personas si creen en los medios, claro que ha caído. Pero si preguntas en específico si confías en tal periodista o en cual otro, la respuesta será diferente”.

El tema es crucial, pues, en palabras de Schiffrin, “si no tenemos credibilidad como periodistas nadie va a pagar por lo que hacemos”. Pero hay que ser precavidos con las prerrogativas que los medios guardan en cuanto a la confianza. Para Ronderos el ideal no es que la gente confíe ciegamente en ellos, puesto que les entregarían un poder demasiado grande.

A los lectores les cabe una cuota de responsabilidad y a la sociedad también. “No me preocupa tanto la captura que las empresas hacen de los medios –dice Jonathan Levi, moderador de la conversación– sino la captura de la gente que no verifica las fuentes”. El internet, por supuesto, está en el centro de todo. Y para Anya Schiffrin “empeoró las cosas porque al haber más competencia y menos barreras de entrada el negocio se volvió una cacería de clics poco rentable, por lo tanto, si no es rentable, para lo único que sirve invertir en ellos es para difundir ideologías”.

A esta captura hay que responderle con calidad periodística. Para María Teresa, “los medios que abandonan la calidad en razón de reducir costos toman un camino peligroso, eso los va a arruinar económicamente. Tienen que saber que están alimentando sus cerebros con Mc Donald’s y tarde o temprano se van a enfermar”.

Sin embargo, para Schiffrin es excesiva la responsabilidad que los medios se adjudican. “No podemos separar la reducción de la confianza en el periodismo con la caída de la confianza en las instituciones políticas o con la desigualdad”, afirma.

Por último, las periodistas sugieren varias cosas para mantener a salvo la integridad del periodismo. Desde apoyar la calidad en la información pública hasta fomentar los medios que nacen y viven en universidades, pasando por la regulación de las redes sociales. Todas ellas son soluciones que están empezando a mostrar resultados.